

Cuando pensamos en Londres, el primer color que siempre nos viene a la cabeza es ese gris tan característico de la capital británica, a partir de ahora esa noción va a cambiar. Os presento un oasis de color escondido entre el bullicio de Covent Garden: Neal´s Yard. Un espacio en el que Londres se torna amarillo, rosa, violeta, azul o verde. Tonalidades tropicales que contrastan con los tonos apagados y sobrios de otros barrios de la ciudad.
Una placita establecida entre los edificios de la zona de Seven Dials en Covent Garden, un rincón escondido de esos que llegas perdiéndote entre las callejuelas o por recomendación. Antiguamente un establo o lechería, Neal´s Yard condensa en un espacio relativamente pequeño, obras de arte, cafeterías molonas, restaurantes vegetarianos, o tiendas de plantas medicinales y productos alternativos.
El principal impulsor de este remanso de color fue Nicholas Saunders, principal estandarte de la vida alternativa en Londres. En 1976 se instaló en un viejo almacén de la plaza y puso de moda, lo que anteriormente había sido una zona sucia y olvidada de Londres. Comenzó creando una tienda de comida orgánica, Whole Food Warehouse, cuyo éxito rotundo provocó la llegada de nuevos negocios y el auge estrepitoso de la zona. Muchos artistas se vieron llamados por el aire innovador y alternativo insuflado por Saunders, entre ellos, el escultor Tim Hunkin, cuyas obras podemos ver entre las callejuelas de Neal´s Yard.
Entre sus calles, también podemos encontrar una placa que reza donde se encontraban los estudios de los Monty Python hasta 1987.
Así que si quieres huir del típico día gris londinense, perderte entre sus curiosos comercios, o tomarte una buena taza de café en una terraza con vistas, no tienes más que acercarte a Neal´s Yard, y disfrutar de una buena dosis de color.