Os propongo visitar una exposición que no os dejará indiferentes. El artista Jan Manski nos propone una inquietante y oscura trilogía. Possesia es la segunda de estas exposiciones. Llena de retorcidas y perversas esculturas, fotografías y documentación, conseguirá pertubar y enganchar al visitante desde el momento que entren en el retorcido mundo de Manski.
Viejos retratos son invadidos por instrumentos metálicos, como si cada pedazo de nuestra vida estuviera siendo medido sin darnos cuenta. Otros, aparecen quemados, por ejemplo, Idol III, en donde una fotografía de un hombre musculoso luciendo un delantal aparece sin rostro, devorado por las llamas; orgulloso en su momento, ahora aparece ominoso, como si la perdida de sus rasgos faciales no le importara o distrajera de su propósito.
En la planta de arriba, un vídeo de imágenes de soldados marchando al ritmo de la música mezcladas con escenas cotidianas, haciendo que el simple hecho de tender la ropa, se convierta en un acto violento y agresivo.
La parte de la exposición que más puede herir a la sensibilidad del visitante son las esculturas macabras, incluyendo lo que parece la pierna de un cyborg y una cara en la que nace un cuerno de carnero. La más inquietante sin duda, se compone de dos calaveras de caballos que se funden sobre un torso trajeado que parece unirse a la silla de ruedas sobre la que aposenta.
Se encuentra en Breese Little, 30b Great Sutton Street y permanecerá abierta hasta el 12 de Abril, la entrada es totalmente gratuita, por lo que os invito a que la veáis y reflexionéis si todo vale en el Arte.