Uno de los símbolos más reconocibles de Londres son sus famosos taxis negros (London black cab) que, por su peculiar forma, distintivo y longevidad, se han convertido en una de las atracciones más curiosas de la ciudad. Actualmente, además del conductor, su capacidad máxima es de 5 plazas.
Como todo lo inglés, la historia del primer “Black cab” se remonta al siglo XVII durante el reinado de la reina Isabel I, cuando comienza el alquiler de carruajes tirados por caballos. Con su aparición se acuña el término “hackney” para referirse a los primeros taxis hipomóviles tirados por caballos percherones. La palabra hackney es la derivación anglosajona de la palabra francesa “hacquenée”, con la que se denominaba a los caballos típicos de tiro de carruajes. Su denominación inicial como “Hackney Carriage” sigue siendo hoy su denominación oficial.
En 1823 se importa de Francia un nuevo carruaje de dos asientos y dos ruedas conocido como “cabriolet”, que pronto se hizo muy popular por su comodidad y velocidad. A finales de 1830, había dos tipos de cabriolets, el “hansom” de dos ruedas patentado en 183 por Joseph Hanson y el “growler” de cuatro, muy utilizado en las estaciones de tren por su capacidad de carga de equipaje. De cabriolet, se deriva la palabra inglesa “cab” aunque más usada en Estados Unidos.
El auge de carruaje de alquiler, obliga al gobierno británico a imponer The Conditions of Fitness Act de 1679 (Ley de los Requisitos de Seguridad) que, con el fin de asegurar la seguridad de pasajeros, exigía una revisión previa a su uso comercial. Esta norma, aunque actualizada en varias ocasiones, continua estando vigente y es aplicada por The Public Carriage Office in London (Oficina de Vehículos Públicos)
Para poder obtener la Licencia, los taxistas tenían que aprobar un examen, “The Knowledge”; consistía en demostrar que conocían todas las calles de del centro de Londres casi de memoria. No será hasta 1843 cundo se establece la obligatoriedad de la placa con el número de licencia.
La primera versión motorizada del minicab se introdujo hacia finales del siglo XIX con la puesta en servicio en 1897 del modelo Bersey, impulsado eléctricamente y apodado “el colibrí” por su bajo nivel de ruido. Su escasa autonomía y poca fiabilidad motivó su pronta sustitución en 1903 por el Prunel, un vehículo de fabricación francesa y de tracción por motor de gasolina.
En los años siguientes, muchos fabricantes de vehículos británicos y extranjeros como Renault, Vauxhall, Rational, Simplex y Unic de la empresa Mann & Overtoncomenzaron la fabricación de sus modelos de acuerdo con The Conditions of FitnessAct.
A finales de 1906 había algo menos de 100 taxis a motor en Londres pero, la aparición de la General Cab Company’s con 500 modelos de Renault, revolucionó el mercado del taxi.
En 1906 the Public Carriage Office introduce la licencia de taxi y las normas reguladoras del taxi a motor.
En 1907, se establece por primera vez la obligación de incorporar el “taximeter” (taxímetro) inventado en Alemania. A partir de su instalación obligatoria, los vehículos equipados con él comienzan a denominarse los “taxicabs” que, posteriormente, se abrevia popularmente como “taxi” dando lugar al nuevo gremio de taxistas.
¿De dónde viene la palabra “taxi”?
Algunos sugieren que su nombre procede del apellido del inventor del taxímetro, el aristócrata alemán Baron von Thurn und Taxis. Sin embargo, aunque esta familia aristócrata alemana existe y es la precursora del sistema postal, no hay datos que la relacionen con el gremio del taxi. Sin embargo, sí está documentado que el taxímetro lo inventa el alemán Wilhelm Bruhn en 1891 y que se usa por primera vez en Berlín. Taxímetro sería la composición en alemán de taxe (tasa o arancel) + metro (medidor).
En 1911 se produce la primera huelga de taxistas contra la subida de tarifas y en 1913 la primera huelga contra el precio de la gasolina, huelgas que provocaron un significativo descenso del número de unidades disponibles.
Curiosamente, a partir de 1930 y casi hasta ahora, todos los modelos de minicab han sido fabricados por empresas británicas como Morris, Austin, Winchester y Beardmore. Los más conocidos son el FX3 y el FX4 de Austin.
El Austin FX3 se introdujo en 1948, con un motor de 2.2 litros y transmisión manual y de 3 puertas. Una característica propia son sus puertas traseras con bisagras. Se llegaron a construir más de 7.000 unidades del FX3 en 10 años, hasta que fue sustituido por el FX4 en 1959.
El FX4 – es el típico modelo que vemos en las bodas- era muy similar al FX3, pero tenía una puerta adicional de equipaje. Contaba con frenos totalmente hidráulicos y un cuadro mucho más avanzado, además de montar intermitentes con forma de oreja de conejo. Se le renombró como “The Fairway” cuando comenzó a producirse por una asociación local que, aún hoy, sigue fabricando el 80% de todos los vehículos de alquiler en el Reino Unido.
En 1997, al Fairway le surgió un nuevo competidor; la empresa Metropolitan Cammell Weymann introdujo el Metrocab, un vehículo de nueva generación y construido con una estructura de fibra de vidrio, dirección asistida, frenos de disco y acceso para silla de ruedas. Hoy, este nuevo minicab ha copado el nicho de mercado que no llega a cubrir la LTI. Con un periodo de producción de 40 años, ocupa el segundo lugar, después Land Rover, de vehículos más longevos de fabricación británica.
El Fairway ha alcanzado ya su edad de retiro y, aunque permanece como una reliquia en las calles de Londres, se han sustituido por el nuevo “TX1” conocido como “The taxi of Noddy’” (muñeco de lana muy conocido en Inglaterra) sigue la línea del viejo “FX4” pero con un interior mucho más moderno. Su precio supera las 25.000 libras. Este año, se ha autorizado a Mercedes y Nissan la construcción del típico minicab para el futuro que, sin duda, competirán en precio y calidad con las marcas británicas. Nissan, en concreto, ha presentado ya su modelo Nissan NV200, que se fabricará en la planta de Barcelona y ofrecerá una significativa reducción de las emisiones de CO2 en comparación con los modelos actuales de taxi. Además, está previsto llevar a cabo pruebas con el prototipo eléctrico e-NV200.
Curiosamente, a pesar del nombre “the black cabs” nunca ha habido una norma que obligara a los taxis a estar pintados de negro, siendo su explicación económica y no legal. Sencillamente, se fabricaban en color negro por ser un color básico más barato y, pintarlos en otros colores, suponía un extra que los taxistas no podían asumir. No obstante, en la actualidad, se pueden ver taxis en Londres de todos los colores, especialmente verde, rosa, amarillo o azul. La característica que los distingue es su forma tradicional y la palabra TAXI escrita en amarillo.
También podemos encontrar en Londres muchos taxis ilegales, especialmente en las cercanías de las estaciones de tren, metro, aeropuerto, etc. Esta práctica se conoce como el “touting” y el “taxi tout” es la persona que busca clientes para llevar sin licencia a un precio inferior al establecido. Las presiones del gremio de taxistas lograron que el Gobierno considerara esta práctica como delito desde 1994.
Cada año, The Transport for London (TFL) suele conceder entre un tercio y un cuarto de las licencias solicitadas, siempre que el vehículo tenga menos de 15 años de antigüedad. Actualmente hay más de 17.000 taxis. Las reclamaciones están a cargo de la Metropolitan Police Cab Law Enforcement Section.
PARA SABER MÁS:
http://www.guardian.co.uk/world/2012/dec/09/history-london-black-cabs
http://www.london-taxi-cabs.com/information/history-of-the-licensed-london-taxi
